miércoles, 28 de octubre de 2009

Estar de paso

¿Cuánta gente está de paso?
Estar en un lugar y querer estar en otro.
Trabajar en una actividad y querer hacerlo en otra.
¿Cuánta gente que está de paso cree que encontrará su lugar?
Hacer lo que querrían hacer, estar donde querrían estar.
Estar donde uno quiere estar, trabajar en lo que uno quiere trabajar, es un privilegio.
Todo comenzó con el planteo de una colega: "No soy feliz con lo que hago, el tiempo se me pasa y sigo en lo mismo. Si no cambio ahora, cada vez será más difícil, y lo que estoy haciendo no me hace feliz."
  • Economista, funcionario de organismo internacional, viajes en business, hoteles 5 estrellas, suntuosos restaurantes. Está de paso, quiere ser escritor de novelas.
  • Empleada administrativa, con estabilidad en el empleo, ingreso según su expectativa. Está de paso, quiere ser asistente social.
  • Ejecutivo de una gran empresa. Alta responsabilidad, importante cantidad de empleados a su cargo, excelente remuneración. Está de paso, quiere ser independiente.
  • Creativo de una agencia de publicidad. Trabajo libre, informal y moderno. Está de paso, quiere ser director de cine.
  • Juez de la Nación. Reputación, prestigio, respeto de los colegas. Está de paso, quiere ejercer la profesión desde su propio estudio.
  • Millonario. Rentas financieras, sin restricciones de nivel de vida. Quiere hacer algo.
  • Periodista deportivo. Joven, atlético, en forma. Quiere ser deportista.
Dejo fuera de esta enumeración a aquellos que nacieron en el "lugar equivocado" y que no pueden pensar en lo que quieren hacer con algún viso de realidad.
Hacer lo que uno quiere hacer y disfrutar lo que se hace es un privilegio.
Cuando se está de paso, pasar. Seguir buscando.
Cuando se encontró, defender con uñas y dientes.
Y a vos, ¿qué te pasa?
-------------------------
“Manuel Sbdar – Management y Negocios”

martes, 27 de octubre de 2009

Zen

Como toda escuela budista, el Zen tiene sus orígenes en la India. La palabra Zen es la lectura en japonés del carácter chino chán (禪) y cuya traducción habitual es "meditación".
El Zen es por antonomasia la tradición budista de la intuición y la espontaneidad; apunta a ver la realidad tal cual es, es decir, con una mente que no tiene pensamientos ni sentimientos de apego. A esta actitud se la denomina "no mente", concepto que aparece en la película "El Ultimo Samurai".
Transcribo algunos mensajes Zen para ilustrar esta filosofía de vida. El desafío es leerlos sin mente, sin preconceptos. No quieran interpretarlos con una visión occidental y resultadista. Traten de tomarlos como vienen, dejen que el cerebro dispare todas las ideas posibles. Pierdan el control.
1) El arrancador de nabos señala el camino con un nabo. (¿Con qué querés que lo señale?)
2) El ruido no es el ruido. Si escuchas el ruido con espíritu puro, es simplemente lo que es.
3) No hay que responder a nadie sin estar seguro se haber comprendido bien lo que quiere decir.

sábado, 24 de octubre de 2009

Las nuevas soledades

"En el siglo XVIII, se asistió al surgimiento del amor romántico, que se presentaba como un amor “feminizado”. Desde entonces, la gente se casa con más frecuencia porque se ama; se pone por delante el amor, y, si es posible, el “gran amor”. A partir de la década de 1950, el modelo burgués del matrimonio pasó progresivamente de un contrato que unía a dos familias para asegurar la descendencia y el reparto del patrimonio -sin obligación de vínculo amoroso- a una obligación de intimidad y de amor, y dentro de lo posible de amor pasión y de plena sexualidad. Pero a partir de la década de 1990 las cosas volvieron a cambiar: ya que existe el amor ¿por qué casarse? La institución ya no es el matrimonio, sino el amor; los sentimientos se sitúan en adelante en el centro de la relación...La exigencia de este amor debilita la pareja, porque si la relación se construye sólo sobre sentimientos, es difícil que aguante el paso del tiempo. Se vería obligada a ser permanentemente bella y mágica, cosa que pocas veces sucede".
-
"Esta sobrevaloración del amor es la más de las veces una reacción frente a un mundo individualista al que le resulta difícil adherirse plenamente. Se puede ver en ello, en cierto modo, un anhelo de autenticidad y de verdad frente a la mentira y el cinismo: es un medio para reanudar el vínculo con una sociedad que nos defrauda. En efecto, los cambios en el mundo del trabajo han destruido a menudo la dimensión comunitaria que se podía experimentar en la propia vida profesional: cuando uno no es más que un peón en el trabajo, un ser anónimo en una sociedad que se ha endurecido, cuando se tiene el sentimiento de no ser tenido en consideración en ninguna parte y no se consigue inventar nuevas formas de sociabilidad al margen de las relaciones de pareja, al menos cabe la esperanza de ser único como mínimo para una sola persona."
-
"Ahora bien, es este individualismo el que hace fracasar a las parejas. Porque este amor colocado en el centro de la relación no es la mayoría de las veces más que un amor narcisista: amo a esta persona porque amo la imagen de mi mismo que él o ella me devuelve. Lo que implica que si el otro atraviesa una mala racha (depresión, paro, estrés, etc.), ya no va a devolverme una imagen gratificante de mí mismo; y entonces iré a buscar otra persona que pueda darme esa imagen más positiva y me permita seguir sobre un pedestal".
-
"En nuestra época, “yo te amo” significa “te amo en este momento”. La afirmación ya no es sinónima de una relación firme y de compromiso: “Como me siento bien contigo, lo que siento debe ser amor, pero si tú me decepcionas, no te adecúas a lo que espero, entonces mis sentimientos se desvanecerán”. Queremos que una pareja nos satisfaga, o sea, de alguna manera, no “apostar a perdedor”. La menor imperfección es irremediable y amenaza con ser fatal para la relación".
-
"Los jóvenes adultos de la década del 2000 han visto como sus padres se divorciaban, se traicionaban, se herían…Y han tenido penosas experiencias amorosas que les han demostrado que la confianza podía ser traicionada. Ya nada es seguro: del mismo modo que se puede perder el trabajo de la noche a la mañana, las uniones pueden disolverse. Por doquier se encuentra la misma necesidad de reconocimiento. Jóvenes y menos jóvenes se quejan de encontrar en su pareja las mismas dificultades que en el mundo laboral: “No me comprenden, no reconocen lo que hago.
-
Misceláneas:
  • En 2004, en Francia, se calculaba en 8.3 millones el número de personas que vivían solas, es decir el 14% de la población. Esa cifra se ha duplicado en 30 años.
  • Se puede ser soltero sin estar solo y se puede estar solo en pareja.
  • El verdadero problema no es el encuentro, sino la duración de la vida en común.
  • Las mujeres tienen la impresión de que su fracaso con los hombres se debe a que no hacen lo suficiente.
  • Tener un hijo es a menudo un elemento de éxito narcisista. Es una prolongación de uno mismo y del amor idealizado. Se podría decir que es un objeto de consumo emocional.
  • Con frecuencia, la vulnerabilidad de los hombres es lo que les lleva a preferir la vida en pareja. Les da seguridad.
  • La sociedad prepara siempre a los chicos (varones) para ocupar un papel dominante, para no dudar de su poder, pero la realidad se encarga pronto de mostrarles que esa postura ya es insostenible. Sin embargo, les cuesta aceptarlo, porque se han censurado en ellos las expresiones de debilidad, y no suelen tener otro recurso que la cólera o los celos, las únicas emociones que no han aprendido a controlar.

--------------------

Extraído y editado del libro: "Las nuevas soledades" de Marie-France Hirigoyen.

sábado, 17 de octubre de 2009

El eslabón perdido


Se introducen cinco monos en el interior de una jaula. Se les muestra un plátano. Cada vez que un mono intenta tomarlo, la jaula da una descarga eléctrica.
Al cabo de un tiempo, todos los monos dejan de intentar tomarlo.

Se les cambia de jaula por una que ya no daba descargas.
Se les muestra nuevamente el plátano y ninguno se anima a tomarlo.
Pasado un tiempo, se cambia a uno de los monos iniciales del experimento por otro.
En cuanto ve el plátano se apresura para intentar tomarlo, pero el resto de los monos lo hace desistir a base de golpes y mordiscos.
Se cambia a otro mono y al igual que el anterior, cuando ve el plátano intenta tomarlo, pero todos los monos, incluido el que no había recibido descargas se lo impide a golpes.
Uno a uno fueron sustituidos los cinco monos iniciales, y al final del experimento, aunque les enseñaran un plátano, ninguno de los monos intentaba tomarlo, aunque no supieran el motivo para no hacerlo.

El entorno casi siempre actúa de manera coercitiva para impedir que consigamos nuestros deseos.
Una sola descarga eléctrica es capaz de generar un mito sin explicación.
Los miedos que vamos adquiriendo a lo largo de la vida no nos pertenecen.
Nuestras conductas, en muchos casos, están ancladas a la paranoia de grupo.

A pesar de que los escenarios cambian, todo nos lleva a dejar de intentar.
Nos convertimose en autómatas.
Copiamos conductas en base a miedos o golpes.
Y guay de aquel que se le ocurra hacer lo que nosotros no pudimos.

Los antropólogos ya pueden estar convencidos de que el eslabón perdido entre el mono y el hombre, somos nosotros.

martes, 13 de octubre de 2009

Lo que no se sabe

No renuncia uno al otro, sino a lo que uno no sabe del otro, que es lo que más atormenta.
Pero jamás piensa que no lo sabe, porque se llenan los claros del mutuo desconocimiento con las conductas que ha visto en sus padres y la idea que tiene del otro, que generalmente nada tiene que ver con lo que en realidad el otro es.
Se ponen defectos y virtudes que jamás les pertenecieron cuando ya no se puede más seguir fingiendo.
Cansados de cargar semejante peso gratuito, se sacan la mochila y deciden mostrarse como son.
Pero es allí cuando determinan separarse, porque seguir juntos es correr el peligro de descubrir que el otro es mucho mejor de lo que habían pensado.
Y eso sí que no lo habrían soportado.
(El libro del No Amor. Hugo Finkelstein)

viernes, 9 de octubre de 2009

Totalitarismo

Hasta el día de hoy el Colegio Nacional Buenos Aires sigue tomado y por supuesto subyugando a todos aquellos que pretenden estudiar.
Según tenía entendido a eso se va a un colegio, ¿o no?
Y aquí no se trata de negar la importancia de las ideologías o el activismo político, sino de respetar la democracia y el derecho de los demás.
No se trata de impedir un acto de memoria y justicia intelectual, sino de cumplir la ley cuando se está protestando contra los que no la cumplieron.
Si un alumno está realmente comprometido ideológica y políticamente ¿por qué no avanza en esa dirección aceptando los riesgos que esa convicción pueda implicar?
Personalmente, no creo que los alumnos estén preocupados por las amonestaciones, sino más bien por esa imperiosa necesidad de sentirse el centro de algo y con poder absoluto sobre todo y todos.
Sin embargo no puedo evitar preguntarme:
¿Cuántas injusticias peores que una amonestación (justificada o no) se producen a diario?
Por ejemplo, la que han padecido los chicos que protestaron por el boleto estudiantil y fueron asesinados impunemente.
Además ¿Cuánta es la gente que no toma colegios o tribunales de justicia luego de que su hijo haya sido agredido o asesinado?
¿Cuántos son los estudiantes que repudian lo sucedido la Noche de los Lápices y sin embargo no toman el colegio?
No se puede avasallar a los otros, no se les puede imponer nuestras condiciones, no se los puede hacer sucumbir a nuestra cosmogonía.
Porque eso sí que suena a totalitarismo.

El Colegio Nacional Buenos Aires ha sido un emblema de la educación pública y ha dado nombres como: Manuel Belgrano, Macedonio Fernández, Ricardo Guiraldes, Bernardo Houssay, José Ingenieros, Juan B. Justo, Carlos Mugica, Rafael Obligado, Roque Sáenz Peña, Aristóbulo del Valle, entre otros.

Ninguna de estas emblemáticas y geniales personalidades coincidiría con las conductas totalitarias, violentas y poco inteligentes de estos alumnos agobiados por una amonestación.

Mientras tanto, fuera del Colegio, un numeroso grupo de estudiantes espera pacíficamente la oportunidad de estudiar para ser mejores.

Eso sí, siempre y cuando los que están adentro así lo decidan.

domingo, 4 de octubre de 2009

Enanos

1) El libro "El enano" del Sueco Par Laguerkvist, habla de un siniestro enano llamado Piccolino que pertenece a la corte de un príncipe en la Italia renacentista. El autor revela que Piccolino tenía una mirada amarga y cruel de todo lo que veía. La crítica ha dicho que “El enano” son sesenta y cinco centímetros de crueldad humana.
2) Apollinaire, el abanderado de los poetas modernos, veía a los enanos como personas miserables y propias del mundo circense.
3) En el arte plástico, cuando Picasso pintó su famoso cuadro "Familia de Saltimbanquis" (1905), quiso darle a los enanos una dimensión más tierna, más alegre y sin ningún matiz de ese ambiente miserable y lúgubre.
4) Tampoco podemos olvidar a Blancanieves y sus siete enanos, que presenta una visión amable y positiva sobre el enanismo. Recuerden ustedes a aquellos enanos trabajadores, bondadosos y protectores.
5) Aristóteles (en su ensayo "Partes de animales") dice que "El peso del cuerpo de un enano incapacita el funcionamiento de su memoria". Acto seguido y casi arrepentido de esta afirmación explica que: "estas deficiencias intelectuales se contrarrestan con otras cualidades, por ejemplo sus genitales son grandes como las mulas".
¿Tendrá alguna inlfuencia el arte (y hoy los medios de comunicación) en la creación de estereotipos?