lunes, 22 de octubre de 2012

Amar no es sufrir

Si el amor te hace sufrir, no es a esa persona a quien amas o no es amor lo que sientes.

Si por estar con alguien, tienes que renunciar a algo, entonces debes dudar de ese amor.

Cuando uno tiene real interés en alguien no renuncia a nada.


Si quieres ser infeliz, conviértete en el amante de una mujer casada.
Si quieres verla infeliz a ella, exígele que abandone a su familia.

Convertirte en amante es como comprar a crédito: te dan todas las facilidades y con un mínimo anticipo es tuyo. Mejor dicho, puedes usarlo todo lo que quieras, pero no es tuyo hasta que termines de pagarlo.

Cuando te das cuenta, ya no está a tu lado y aún sigues pagando altos intereses.
Si consigues levantar el último documento, está tan gastado que sólo resta tirarlo.
Se paga muy caro y se goza muy poco.

Por eso, si no fue amor, fue una droga.
No fuiste un amante, sino un drogadicto.
Mientras la tenías, gozaste.
Al faltarte, pudiste haber muerto.
En la abstinencia, casi enloqueciste.
Ahora, curado, jamás volverías a inyectarte nada de ella.

Y pudiste comprobarlo: cuando sufriste no amaste, pues luego amaste, y en ello no hubo sufrimiento. Ahora, ni amas ni sufres.
Es que has comenzado a comprender la segunda parte: el amor también es perecedero.
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El Libro del No Amor – Dr. Hugo Finkelstein

miércoles, 17 de octubre de 2012

Gotán


Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.

Atención, atención, yo gritaba atención,
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.

Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.

Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté,
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.

Juan Gelman

lunes, 15 de octubre de 2012

Siempre se vuelve a Buenos Aires

Esta es la perfecta imagen de la llegada o la partida -lo mismo da- pues uno nunca termina de saber si se está yendo de un lugar o llegando a otro. Lo cierto es que casi no estamos en ninguna parte, y esta lente nos posiciona en un "no-lugar" con Buenos Aires como única referencia.

¿Será acaso imposible dejar Buenos Aires? ¿Estaremos acaso volviendo una y otra vez aunque nunca nos hayamos ido?

En la imagen se observa mucho más que el imponente Río de la Plata, el perfil diminuto de la ciudad y el atardecer que cubre con un manto de fuego el horizonte. Este es un perfecto cuadro que nos transmite una herida existencial, la de la artista y la nuestra.

Detrás de esta cámara se oculta una enorme profundidad y sensibilidad, un vasto universo que se encuentra a miles de kilómetros de la superficie.

Aquí hay algo del orden de lo no dicho, ¿qué es lo que no se dice en esta imagen? ¿qué es lo que no se nos cuenta? ¿cual es el significado que debemos otrogarle?

Nuestro inconsciente y nuestra propia historia personal dirá si vemos paz, armonía, fuerza, distancia, ausencia, vacío, melancolía o esperanza.

Más allá de las subjetividades de cada espectador, hay aquí una verdad.

Una contundente e indiscutible verdad: la maravillosa construcción de significado que sólo puede existir entre una artista sensible y un espectador con fé poetica.

Esta foto es el tango de nuestra identidad, de lo que fuimos, de lo que somos y de lo que nunca podremos ser.
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Gracias F. B.

domingo, 14 de octubre de 2012

Frases para no amar

La experiencia amorosa no sólo debería servirnos para disfrutar, sino también para aprender a leer con mayor profundidad algunos mensajes que nada tienen que ver con el amor.

Son frases que pretenden justificar el vínculo amoroso a cualquier precio, pero en realidad encierran un profundo miedo a comprender que todo amor tiene fin y que es necesario frustrarse para re-comenzar una y otra vez.


Aquí va un listado de las frases que más he escuchado:

- "El amor todo lo puede". Mentira. El amor todo no lo puede, pues si todo lo pudiera no existiría el sufrimiento amoroso, el divorcio, la distancia o la ausencia. El amor puede algunas cosas, con algunas personas y por algún tiempo. La gente que suele creer en esta premisa nunca hace nada para que sea verdadera.

- "Dejaría todo por vos". Error. Dejar "todo" por alguien no tiene nada que ver con el amor, sino con la obsesión, la sumisión y el autosacrificio. Si uno deja "todo" por alguien, entonces se dirige a la "nada" y en la "nada" generalmente no hay "nada". Dejar "todo" hace que la pareja sea asimétrica, pues mientras uno da, el otro goza del beneficio cómodamente.

- "Si me dejás me mato". Frase harto repetida por los amantes psicópatas. Nada que ver con el amor, todo que ver con la manipulación. Hay que dejarlos que se maten, porque sino nos terminamos matando nosotros.

- "Amar es sufrir". Falso. El amor no puede implicar sufrimiento. Mucha gente sostiene su "amor" en base a dolores y angustias. Eso que sostienen no es el amor, sino la idealización romántica, la comodidad, el status quo o la conveniencia.

- "Se fue con otro, pero yo sé que me ama a mí". Creencia falsa que se escucha en personalidades narcisistas. Si la persona que amamos se va con otro/a, ¿adónde está el gesto de amor? ¿En la partida, en la ausencia, en las palabras? El que se va no nos ama. No hay que justificar discursos, sino conductas.

- "Te amo. No soporto la soledad". El peor de los engaños. La gente que no puede estar sola suele confundir el amor con la compañía, el cariño con la estima, la pasión con el aprecio. No saben como tapar su vacío existencial y entonces dicen que aman al primero que se les cruza. No lo aman, peor aún; ni lo sospechan.

- "Vos no te jugaste por mí". Demanda infantil e idealista. ¿Cómo una persona puede jugarse por alguien antes que por si mismo? ¿Por qué hay gente que pretende que el otro se juegue por ellas/os? ¿Cuál es su grandiosa idea del "yo" como para que el otro se auto-aniquile y los elija? La prueba de amor, a veces es demasiado pretenciosa y poco realista. Esa demanda no proviene del amor, sino del egocentrismo, el temor a ser abandonados o la inmadurez.

- "¿No sentís celos por mi? ¿No me amas?". Confundir el celo con el amor es incorrecto. El celo es posesivo y enfermizo. El amor, todo lo contrario. Hay gente que sólo puede sentirse amada cuando es celada. Esa gente no recibe amor, sino control de sus conductas.

- "Todo o nada, no hay grises". La solución facilista de los extremistas. El amor precisa de articulaciones y puestas en común, diálogo, construcción conjunta y tolerancia. En el maniqueismo del "todo o nada" siempre gana el mismo lado: la nada. Y perdemos nosotros: el todo.