sábado, 3 de abril de 2010

Cumplir Años

¿Por qué decimos que "cumplimos" años? Seguramente porque hemos sumado la cantidad de días necesarios para alcanzar una suma determinada. Matemática pura, de la vida poco y nada. Cumplir años suena a una condena irremediable. La sentencia está "cumplida", usted ahora tiene tantos años. ¿Qué nos dice eso sobre lo vivido, lo experimentado, lo aprendido? Nada.

Ahora bien:
¿Hemos "cumplido" con los años que vivimos?
¿Hemos vivido todos los días para decir que "cumplimos"?
¿Se festejan los años "cumplidos" o los sueños "incumplidos"?
¿Se celebra el tiempo que pasó o el que está por venir?
¿Es un premio por haber llegado? ¿Adónde? ¿Para qué?

Más que "cumplir" años, deberíamos enfocarnos en "cumplir" sueños.
Dentro de los 32 años que he vivido, he logrado muchos de mis sueños y sé que muchos otros estarán por venir.
He aprendido que no todos los sueños pueden cumplirse, pero que uno tiene la obligación de jugarse por ellos.
He aprendido que no debo cumplir años "por cumplido", sino cumplir sueños por obligación.
He comprendido que la maduración no llega con los años, sino con las experiencias vividas.

La vida de un hombre sólo cobra sentido cuando logra acariciar un sueño.
Y para alcanzarlo hay que dejar de "cumplir" con ciertas cosas, por ejemplo, los años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario