domingo, 26 de abril de 2009



EL MITO PELASGO DE LA CREACIÓN


Los pelasgos eran el pueblo primitivo que habitaba lo que hoy en día es Grecia. Éstos tenían una postura matriarcal basada en la concepción primigenia de una Diosa Madre. Su mito de la creación afirmaba que en un principio Eurínome (Diosa de todas las cosas) surgió del Caos (opuesto al Cosmos), pero no encontró nada sólido en donde apoyar los pies. A causa de ello, separó el mar del firmamento y danzó solitaria entre sus olas en dirección al sur. Fue entonces que apareció el viento Bóreas, y juntos dieron origen a la enorme serpiente Ofión. Eurínome se transofrmó en paloma y puso el huevo universal. La serpiente Ofión se enroscó siete veces alrededor del huevo hasta que empolló y lo abrió. De él salieron todos los seres y elementos del Universo.


Según Robert Graves (en su libro “Los mitos Griegos”), este sistema religioso arcaico era regido por una diosa universal y sus sacerdotisas, pues la mujer constituía el sexo dominante y el hombre era su víctima asustada. No se honraba la paternidad y se atribuía la concepción al viento.

Los astrólogos griegos clásicos relacionan las potencias planetarias con los dioses griegos de la siguiente forma: el Sol (Helio) para la iluminación, la Luna (Selene) para el encantamiento, Marte (Ares) para el crecimiento, Mercurio (Hermes) para la sabiduría, Júpiter (Zeus) para la ley, Venus (Afrodita) para el amor, Saturno (Cronos) para la paz.

Los mitos de la creación tienen diferentes vertientes, existe la versión homérica, la órfica, la olímpica y la filosófica (asociada a la "Teogonía" de Hesíodo y "Las Metamorfosis" de Ovidio).


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Comentario: Si hay algo que se debe destacar en la mitología griega, es el enorme placer que reporta leerla. Si bien los dioses paganos han quedado sepultados desde la aparición del Cristianismo, todo buen lector obtiene un enorme deleite poético al descubrir las explicaciones brindadas por aquellos primeros hombres sobre la Creación del Universo. Ya sabemos que existe una teoría cientificista llamada Big Bang que explica la formación del Cosmos y la aparición del Hombre sobre la Tierra. Pero cuanto más nos emociona leer que del Caos surgió una mujer que era la Diosa de todas las cosas, y que junto a una serpiente crearon el Huevo Universal. Agradezco a la ciencia por sus explicaciones, pero me quedo con los mitos.

jueves, 23 de abril de 2009

El Matrimonio

La Biblia dice: "Dejará el hombre a su padre y a su madre, y se adherirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne" (Génesis 2,24).
Aquí interpretamos que luego de desprenderse -naturalmente- de los padres, uno debe "adherirse" a la mujer elegida para ser los dos "una sola carne".
Que alejado parece este mensaje de la era actual, no?
Una era donde el goce individual, el crecimiento profesional, el éxito sin esfuerzo y el ego a ultranza parecen ser los campeones de la causa.
Luego de que varias generaciones siguieran los consejos del libro sagrado cristiano, hoy el gran desafío resulta "conocerse a uno mismo".
Si no puedo conocerme a mi mismo, si no puedo saber que deseo y que no deseo, ¿cómo puedo estar preparado para "adherirme" a alguien y tranformarme en "una sola carne"?
El problema es que uno nunca llega a conocerse a sí mismo...
De hecho, si uno lograra tal hazaña, luego debería encontrarse con alguien para luego "adherirsele".
Parecen demasiados milagros juntos: conocerse a uno mismo, encontrarse con alguien y que ambos tengan la voluntad de "adherirse".
Supongamos que el milagro suceda efectivamente, luego hay que transformarse en "una sola carne". O sea, mezclarse con el otro, difuminarse, mezclarse. Dejar de ser uno, para ser uno con el otro. Pero ese "uno con el otro" no soy yo, sino la suma entre "yo" y "vos". O sea, una entidad bastante difícil de delimitar, pero que se denomina matrimonio.
En esta euforia de buscarse por las calles pero mirando para abajo.
En esta locura de exigirse amor con pancartas y pasacalles.
En esta desmesurada tendencia a "casarse" para no quedarse solo.
En definitiva, este cuadro de situación nos obliga a los solteros a pensar seriamente sobre este tema. El futuro -al igual que el matrimonio- ya no es lo que era.
Apostemos muchachos entonces al único matrimonio posible: el del chorizo y la morcilla.

domingo, 19 de abril de 2009

Balada para mi muerte

Horacio Ferrer es un de los grandes poetas que logra pintar Buenos Aires con palabras. Sus aportes a la producción musical de Astor Piazzolla potenciaron su popularidad, aunque por aquellos tiempos ambos eran injustamente resistidos. Al igual que tantos otros genios argentinos, el reconocimiento les llegó cuando "se dejaron de molestar". "Balada para mi muerte" (aquí transcripta), junto a "Balada para un loco" y "Chiquilín de Bachín", ya forman parte del acervo tanguero y cultural argentino. ¡Gracias Horacio por tanto arte!

Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
guardaré mansamente las cosas de vivir,
mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.
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Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba,
mi penúltimo whisky quedará sin beber,
llegará, tangamente, mi muerte enamorada,
yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis.
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Hoy que Dios me deja de soñar,
a mi olvido iré por Santa Fe,
sé que en nuestra esquina vos ya estás
toda de tristeza, hasta los pies.
Abrazame fuerte que por dentro
me oigo muertes, viejas muertes,
agrediendo lo que amé.
Alma mía, vamos yendo,
llega el día, no llorés.
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Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
que es la hora en que mueren los que saben morir.
Flotará en mi silencio la mufa perfumada
de aquel verso que nunca yo te supe decir.
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Andaré tantas cuadras y allá en la plaza Francia,
como sombras fugadas de un cansado ballet,
repitiendo tu nombre por una calle blanca,
se me irán los recuerdos en puntitas de pie.
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Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
guardaré mansamente las cosas de vivir,
mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.
---
Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba,
mi penúltimo whisky quedará sin beber,
llegará, tangamente, mi muerte enamorada,
yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis,
cuando sean las seis, ¡cuando sean las seis!

lunes, 13 de abril de 2009

Krishnamurti (I)


Interlocutor: "¿Cuál es la diferencia entre el ver conceptual y el ver real?"

Krishnamurti (foto): "¿Ve usted un árbol conceptualmente o lo ve en realidad? Cuando ve una flor, ¿la ve directamente, o la ve a través del tamiz de su propio conocimiento botánico o no botánico, o del placer que le brinda? ¿Cómo la ve usted? Si el ver es conceptual, o sea, a través del pensamiento, ¿es eso ver? ¿Ven ustedes a su esposa o a su marido? ¿O ven la imagen que tienen de él o de ella? Esa imagen es el concepto mediante el cual uno ve de modo intelectual, pero cuando no hay imagen alguna, entonces, uno realmente ve, entonces está realmente en relación. Así, pues, ¿cuál es el mecanismo que construye la imagen, que nos impide ver realmente el árbol, la esposa o el marido, o el amigo, o lo que sea? Espero equivocarme, pero es obvio que ustedes tienen una imagen de mí, ¿no es así? Si tienen una imagen del que habla, no están realmente escuchándolo en absoluto. Y cuando uno mira a su esposa, o a su marido, etcétera, y lo hace a través de una imagen, no ve realmente a la persona, sino que la ve a través de la imagen, y por lo tanto no existe relación en absoluto. Uno puede decir "te amo", pero eso no tiene sentido alguno.
Tomemos un ejemplo muy simple: a usted lo adulan, eso le gusta, y el mismo "gustar" construye la imagen. Pero si usted escucha esa adulación con atención completa, sin gusto ni disgusto, si la escucha completamente, totalmente, entonces no se forma la imagen; no llama a esa persona su amigo y, a la inversa, tampoco llama enemigo a la persona que lo insulta. La "formación de imágenes" surge de la inatención. Cuando hay atención no se crea concepto alguno. Hágalo; verá lo sencillo que es descubrirlo. Cuando usted pone atención completa al mirar un árbol, o una flor, o una nube, no hay entonces proyección alguna de sus conocimientos de botánica, o de su gusto o disgusto; usted simplemente mira (lo cual no quiere decir que se identifica con el árbol, de ninguna manera puede usted convertirse en el árbol). Si mira a su esposa o amigo sin ninguna imagen, entonces la relación es del todo diferente; entonces el pensamiento no interviene en absoluto y hay una posibilidad de amor.
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Comentario: El extracto pertenece a una de las conferencias que Jiddu Krishnamurti brindó en Londres en el año 1969. La misma se encuentra en el libro "El Vuelo del Águila". Sabemos que la filosofía y el pensamiento oriental nos propone un paradigma absolutamente opuesto al occidental. No sólo se trata de leer estas interesantísimas palabras sino de ponerlas en práctica. Hagan el intento por un día y me cuentan.

Huevos de Pascua

Domingo en familia, con los dos abuelos incluidos, para festejar la Pascua.
El primer tema fueron las zapatillas de Tito (mi abuelo materno). Las habíamos comprado hace unos dos o tres meses y resulta que le quedaban grandes. Buscamos soluciones típicas: algodón, plantillas y dobles medias. Luego de media hora de prueba y error descubrimos que el número no era el suyo. De todas formas en un momento logramos la combinación plantilla+dos pares de medias. Al pararse y caminar para probar si se salían; Tito nos mira con cara adusta y lanza: "Ahora se salen menos". Espectacular.
Una de las medias de tito no calzaba bien en la punta. Mi otro abuelo, sentado y observando la situación, disparó: "Esa media es para un pie de seis dedos." Genial.
Ya en la mesa comenzaron los temas de siempre: política, la crisis, el trabajo y la edad.
Luego de varias anécdotas, entre graciosas y profundas, me llevé la sensación de que algo hemos perdido. El respecto hacia los demás, el buen trato, la ausencia de malas palabras, la educación (familiar y cultural), la mesura en los placeres y el silencio en los dolores, todas características que cada vez me cuesta más observar en las nuevas generaciones.
Y no está bueno. Hay cosas que se han perdido y no está bueno que se hayan perdido. Se me dirá que no debos er absolutista y que muchos jóvenes aún pregonan los valores de antaño. Es cierto. Pero cada vez son menos. Y cada vez son más los padres imbéciles y ausentes, cada vez son más lo maestros que se parecen a hinchas de un club de fútbol, cada vez son más los jóvenes que no respetan a los mayores, cada vez son más. Esa degradación, producto de diversas variables que la historia ha entretejido, se ha hecho carne en nuestro ser social e individual.
No estoy diciendo que todo lo pasado fue mejor, estoy diciendo que este presente de ninguna manera es mejor que ese pasado. Me refiero a formas de conducirse en la vida, a maneras de expresarse, a la ayuda y el respeto, a la importancia de la "palabra", a formas de ser.
Mi huevo de pascua trajo ese mensaje: Yo elijo parecerme a mis abuelos.
El exceso de vanguardismo y de querer romper con todo lo pasado es lógico en cualquier época histórica, pero eso no necesariamente signifique "progreso". Uno rompe para volver a romper, porque el mundo actual propone el aburrimiento inmediato del nuevo orden que se impone. Con lo cual la felicidad no está en ninguna parte, sino en ese "romper" permanente de formas, en ese quebrar leyes y normas, en ese sentirse más "loco" que cualquiera. ¿Eso es progreso?
El problema no es la vanguardia en si, sino todo lo que atropella en su camino. Se lleva lo malo (eso es avanzar) pero tambien se lleva lo bueno (eso no es avanzar).
Pienso que después de tanta vanguardia, un poco de retaguardia no le vendría mal al mundo.
Por eso el auge de los movimientos humanistas. Mucha gente -por suerte- quiere recuperar algún valor noble. Yo Devolverle el prestigio a esas formas de ser y no al atropello imberbe, inmoral y vacío que los modelos de la actualidad nos propone dia a dia.
Dejemos de comprar esa idea de que lo mejor está por suceder.
Lo mejor no puede suceder desde la degradación y descomposición de valores.
Y peor aún, quizás lo mejor ya haya sucedido.

sábado, 11 de abril de 2009

Amor y Psicología

El primer contacto con la otra persona es de mucho deseo de apareamiento. La gente no se enamora por dos minutos, la gente se enamora -como ancestralmente- con la idea de la monogamia y una pareja definitiva. Nadie dice: “Yo me enamoro por un rato”, sino que elige a alguien para siempre.

Pero ¿qué pasa después que eso que uno ha elegido para siempre se transforma exactamente en lo opuesto? Lo que pasa es que todo cae en el estado de desencanto, del aburrimiento o de la resignación. Cuando dos personas se conocen y dicen: “Mucho gusto, encantado de conocerte”, han dicho una barbaridad. Si fue encantado es porque la otra persona lo ha fascinado o deslumbrado, pero –sin embargo- aún no la ha conocido.

Se sabe que del encantamiento al conocimiento hay un largo periplo de desencanto.

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Uno se enamora de las cosas parecidas, de aquello que se le parece. Busca puntos de coincidencia y sobre ellos basa una relación. Pero lo que sucede con el tiempo es que la gente dice: “Yo descubrí que el o ella no era para mí”.

Y el tema está en que uno comienza a amar cuando descubre que el otro no es para uno.

El otro es para sí mismo, aunque uno a veces comete la estupidez de pensar que el otro puede ser para uno antes que para el mismo.

Al principio de una relación estable se crea una situación de fascinación en la que ambos se mueven como si fuesen una sola persona: los mismos gustos, los mismos deseos, los mismos intereses, las mismas necesidades, etc. Hasta que un día él dice: “Vamos” y ella le dice: “No, todavía no”.
-“¿Cómo?” dice él.
-“Si, todavía no” replica ella.
-“¿Entonces no somos uno?” pregunta asombrado él.
-“No, no somos uno, somos dos” asegura ella.
-“Ah, somos dos, entonces me engañaste porque decías que te gustaban las mismas cosas...” se enfurece él.
-“No, yo no dije nada, vos me inventaste eso” se disgusta ella.

Y aquí aparece la desilusión.
Cuando viene la desilusión, cuando actúa el desencanto, las parejas se rompen porque no pueden tolerar que el otro no sea como uno ni para uno.

Pero se puede pasar esta crisis, pues es la primera gran colisión del encuentro.
Cuando uno se discrimina distinto del otro recién comienza el proceso de conocimiento. Ahí podemos hablar de amor, antes no.

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El gran problema es que uno quiere reconciliarse con el otro, quiere llevarse bien con el otro. Y el tema está en que uno tiene que llevarse bien con uno, ser amable con uno.

Amar, entonces, va a ser el delicado camino por el cual te voy a acompañar al encuentro contigo mismo, no conmigo. Que seas amable con vos, no conmigo. Que tengas tu propio deseo, tu propio tiempo y tu propio espacio, no el que yo te voy a imponer.

Si yo consigo reconciliarme conmigo, porque el conflicto no sos vos, el conflicto soy yo, entonces vamos a poder amarnos mejor.

Algunas personas no saben que hacer consigo mismas, entonces eligen su pareja para que les tapen sus agujeros. Pero un ser humano es mucho más que un tapa agujeros. Es alguien que piensa y que ama, no como “yo quiero” sino como el o ella lo va a determinar.

El problema no es dar amor, sino ser generoso para recibirlo.
Que el otro nos dé lo que pueda y lo que tenga.
El drama del amor es que lo que uno necesita el otro no lo tiene. No lo tiene.
Y no es que no lo quiere dar, o que da poco, sino que no lo tiene.
No porque es un miserable o porque no se da cuenta, es porque no lo tiene.

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El amor es un dios cruel que busca la posesión total del ser amado.
“Destruida pero al lado mío”. “Triste pero al lado mío”.
Siempre “al lado mío” y ojo con mirar hacia el mundo porque “yo soy tu mundo”.
“Generoso, pero conmigo”
“Hermoso, pero solamente lo puedo mirar yo”
“Inteligente, pero solamente para disfrutarlo yo”

Ese otro –entonces- se convierte en un objeto a mi servicio.
Yo que digo que amo, además soy “el” amo.

El gran dilema es que uno no se puede olvidar de si mismo.
Yo no me puedo olvidar de mi, porque yo soy lo más próximo que tengo a mi mismo.
Yo haga lo que haga y me ponga en el lugar que me ponga, de mi no me puedo desprender.

Lo que tengo que hacer para poder amar plenamente entonces, es superar mi mezquindad.
No es que me tengo que acordar de mi, sino que debo olvidarme un poco de mi.

Por eso el cristianismo ha tenido un aporte fundamental en todo el proceso del amor: el prójimo. Es la primera vez en la historia de las religiones que se habla del prójimo.
El otro. Eso hizo una revolución en el amor.

Para amar hay que entender una cosa básica: no se puede unir lo que no está separado.

Cuando dos personas van a vivir juntas, con todo el idilio presentado de que el amor tiene que ser una cosa de andar siempre juntos, a los mismos lugares, quererse mucho juntos y pensar igual y sentir los mismo deseos; se produce una simbiosis tal, que se transforma en un monstruo de cuatro brazos, cuatro piernas y dos cabezas.
Ahora, “la cabeza que piensa es la mía, porque yo soy el inteligente de la relación”.

¿Y el otro? El otro apenas puede pensar.
Yo soy el gran amador de la relación, el otro siempre está distraído.
Yo soy el comprensivo, el generoso, el tierno, el romántico.

El drama son las ínfulas de gran amador que uno tiene.
Cuando uno comienza a amar entra en conflicto con el amor. Y eso es bueno.
El amor es conflicto, pero de ninguna manera debe ser un tormento.
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Comentario: Hace muchos años mi abuelo materno me dió un cassette con una nota radial realizada al Dr. Hugo Finkelstein (Doctor en Psicología y Master en Psico-Neuro-Endocrinología). Esta es una transcripción de lo que Finkelstein fue comentando en dicha entrevista. Nunca he leído algo tan claro sobre el amor y su construcción psicológica. Espero que les guste y sobre todo que les sirva para comprender como funciona la dinámica amorosa.

¿Qué se ama cuando se ama?

¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida
o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué
es eso: ¿amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura, sus rosas, sus volcanes,
o este sol colorado que es mi sangre furiosa
cuando entro en ella hasta las últimas raíces?

¿O todo es un gran juego, Dios mío, y no hay mujer
ni hay hombre sino un solo cuerpo: el tuyo,
repartido en estrellas de hermosura, en partículas fugaces
de eternidad visible?

Me muero en esto, oh Dios, en esta guerra
de ir y venir entre ellas por las calles, de no poder amar
trescientas a la vez, porque estoy condenado siempre a una, a
esa una, a esa única que me diste en el viejo paraíso.

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Comentario: Estas maravillosas líneas fueron escritas por el poeta chileno Gonzalo Rojas. La poesía pertenece al libro "Contra la muerte" del año 1964. Un verdadero deleite.

jueves, 9 de abril de 2009

Bronca (1962)

Hace ya casi 50 años que Edmundo Rivero (foto) compuso la música de este tango escrito por Mario Battisttella. ¿Les suena familiar algo de lo que aqui se cuenta?
¿Visión de artista o país que no cambia nunca más? Aquí va:

Por seguir a mi conciencia
estoy bien en la palmera,
sin un mango en la cartera
y con fama de chabón.
Esta es la época moderna
donde triunfa el delincuente,
y el que quiere ser decente
es del tiempo de Colón.
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Lo cortés pasó de moda
no hay modales con las damas,
ya no se respetan las canas
ni las leyes ni el poder.
La decencia la tiraron
en el tacho 'e la basura,
y el amor a la cultura
todo es grupo, puro bléf.
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¿Qué pasa en este país,
que pasa Dios mío
que nos vinimos tan abajo?
¡Qué tapa que nos metió
el año sesenta y dos!
¿Qué pasa,
que signo infernal
que ni entre hermanos se entienden
en esta atroz confusión?
Que si falta la guita,
que si no hay más lealtad...
¿Y nuestra conciencia no vale mucho más?
¡Pucha, qué bronca me da
ver tanta injusticia de la humanidad!
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Refundir a quien se pueda
es la última consigna,
y ninguno se resigna
a quedarse sin chapar.
Se trafica con las drogas
la vivienda, el contrabando.
Todos ladran por el mando,
nadie quiere laburar.
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Los ladrones van en coche,
Satanás está de farra
y detrás de la fanfarra
salta y grita el arlequín.
Es la hora del asalto,
sírvanse que son pasteles,
¡y así queman los laureles
que supimos conseguir!

Color Negro

La teoría del color fue creada por Isaac Newton en 1666, donde determinó que el color vale y tiene razón de ser según la luz que lo ilumine. El negro es la ausencia de luz y por lo tanto es la ausencia del color, a diferencia del blanco que es la combinación de todos los colores.

Desde una perspectiva cultural, el color negro está asociado a algo lúgubre y triste. Su presencia es característica en duelos y es el color favorito de la muerte. Claro que estas atribuciones son propias de Occidente. En la cultura hindú el color utilizado para un duelo es el blanco.

En la pintura, Kandinsky (pintor abstracto ruso) decía que la forma siempre contiene al color. Con lo cual, si pensamos en un color no lo vemos por el color mismo, sino porque esta dentro de una forma. Da Vinci –por su parte- en su “Tratado de pintura”, ubica al color negro en el sexto lugar de importancia para un pintor, ya que sirve para representar los contornos, la oscuridad y las sombras.

Pero algo que siempre me apasionó de los colores es que no pueden ser definidos por el lenguaje. Si tratásemos de explicar “como” es el color negro, seguramente lo asociaremos a objetos o emociones que produce. Ya lo decía Wittgenstein en su teoría del lenguaje: “Lo que puede ser mostrado, no puede ser dicho”. No podemos decir como es el negro o el verde o el azul; pero podemos mostrarlos.
(Diego De Bella)

martes, 7 de abril de 2009

Come tu mismo la fruta

En cierta ocasión se quejaba un discípulo a su Maestro:

“Siempre nos cuentas historias pero nunca nos revelas su significado”

El Maestro le replicó:

“¿Te gustaría que alguien te ofreciera fruta y la masticara antes de dártela?”

(Nadie puede describir tu propio significado en tu lugar. Ni siquiera el Maestro)
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Comentario: El texto es de Antony de Mello, intelectual hindú que recomiendo leer profundamente. "Ligero de equipaje", "La oración de la rama" o "¿Quién puede hacer que amanezca?" son verdaderos bálsamos para apartarnos de la demencia occidental y rearmar nuestra pirámide de necesidades y deseos. Subiré más historias de Antony en breve.

Cuento casi sufí

"Recogí a un vagabundo en la carretera. Me arrepentí enseguida. Sus harapos ensuciaron la tapicería de mi coche. Pero Dios premió mi acto de caridad y convirtió al vagabundo en una bella princesa. Ella y yo pasamos la noche en un motel. Al amanecer me desperté en brazos del maloliente vagabundo. Y comprendí que Dios nos premia con los sueños y nos castiga con la realidad." (Gonzalo Suárez)

lunes, 6 de abril de 2009

Ortega y Gasset

Lo importante no es llegar, sino estar yendo.

Tres de Tute

¿Qué hay?
¿Qué hay si un amor que fue, ya no es
ni será? ¿Qué si aún no ha sido?
¿Qué si es y no está siendo, si es en los dos
y sólo comparten la luna?
Estoy en la vertical y ostentosa ciudad de
New York, y sólo deseo un rincón de
Buenos Aires, una tarde, un amor.
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De Noche
De noche, vivo, siento, dibujo, leo
De noche bebo, escribo, escucho, veo
De noche amo, quiero, sueño, creo
¡De noche grito en silencio!
¡De noche soy yo!
De día...lo intento.
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Una mujer
Una hay, lo sé, que es mía.
Una hay, que es mi dueña.
Lástima grande que no sean la misma.
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Comentario: El autor de estos versos es Tute. Humorista gráfico, poeta y cineasta. Tipo sensible y profundo que lee con maestría las dolencias y búsquedas de los seres humanos. Gracias Tute por regalarnos tus risas y llantos (que son las nuestras) en cada dibujo y en cada palabra.

En busca de la felicidad

Descubrí esta película a través de comentarios.
Me llamaba la atención que Will Smith interpretara un film diferente al que nos tiene acostumbrados y que la historia estuviera basada en hechos de la realidad.
Smith ganó el Oscar como mejor actor por su interpretación.
La temática es sencilla: un hombre (Chris Gardner) lucha por sobrevivir a pesar de cualquier embate (laboral, económico y familiar).
Es una tortura seguir cada situación presentada sin caer en un profundo desasosiego y una espantosa angustia.
El rol del trabajo en la vida del hombre, la necesidad de supervivencia, la comprensión cabal del problema de la pobreza y la exclusión, la responsabilidad ante los hijos y la búsqueda de la felicidad; son algunos de los tópicos que transita la película.
Tejida con argumentos nobles y sencillos, la película confirma algunas ideas:
1. El poder destructor del sistema capitalista, aunque mucha gente todavía piense lo contrario.
2. Llegar al borde del abismo a veces es crucial para que el destino cambie nuestra suerte.
3. La felicidad es un momento y se encuentran en el camino, pues no existe ninguna meta.
Un linea jugosa al respecto: "Fue en aquel momento cuando empecé a pensar en Thomas Jefferson y en la Declaración de Independencia, en aquella parte que habla del derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Y recuerdo que pensé en cómo supo que debía poner eso de la búsqueda, ¿es que acaso la felicidad es algo que sólo podemos buscar y que en realidad jamás podemos lograr pase lo que pase? ¿Cómo lo supo?