viernes, 7 de enero de 2011

Exposición

El entorno 2.0 ha desatado la euforia por la expresión de emociones, ideas y vivencias intrascendentes. Todos nos cuentan como se sienten, que están haciendo, que problemas tuvieron durante el día, donde están y con quien se encuentran, que están comiendo, adonde se dirigen, como será su semana, etc.
Es el ápice de la exposición vacía. Es la irreductibilidad del pensamiento.
El mundo inmerso en un frenesí por notificar al planeta sobre cualquier gansada.
La necesidad desmesurada de sentirse querido a cualquier costo.

Siempre me pareció inentendible la gente que expresa absolutamente todo lo que le sucede, y más aún cuando en general no les sucede nada interesante.
Igualmente ahi están, notificándonos que se lastimaron un dedo, que van a comer ravioles de verdura, que la peluquera les cobró caro, que se sacaron una foto con Matías Alé, que se les murió el celu, que no llegaron a estudiar lo suficiente, que el novio es celoso, que se mojaron porque llovía y ese tipo de genialidades.

Desafíos de los años venideros:

1) Controlar las emociones
2) Callarse un poco
3) Escuchar hacia adentro
4) Pensar

Pasar casi inadvertido, de eso se trata.

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