miércoles, 18 de julio de 2012

El amor y la ausencia

No hay ausencia más que del otro: es el otro quien parte, soy yo quien me quedo.

El otro se encuentra en estado de perpetua partida, de viaje. Es, por vocación, migratorio, huidizo. Yo, que amo, por vocación inversa, sedentario, inmóvil, predispuesto, en espera, encogido en mi lugar, en sufrimiento.

La ausencia amorosa va solamente en un sentido y no puede suponerse sino a partir de quien se queda – y no de quien parte- yo, siempre presente no se constituye más que ante tu, siempre ausente.

Me esperas allí donde no voy a ir: me amas allí donde no estoy.

Saber que no se escribe para el otro, saber que esas cosas que voy a escribir no me harán jamás amar por quien amo, saber que la escritura no compensa nada, no sublima nada, que es precisamente ahí donde no estás: tal es el comienzo de la escritura.
_____________________________________________________
"Fragmentos de un discurso amoroso" - Roland Barthes

No hay comentarios:

Publicar un comentario