sábado, 30 de abril de 2011

El Guión de Vida

El Dr. Eric Berne (1910-1970), fue un reconocido médico psiquiatra y fundador de la escuela psicológica de Análisis Transaccional, la cual apunta al estudio de las interacciones humanas y su impacto en la estructura yoica. Según Berne todos tenemos un guión de vida que nuestros padres y madres han escrito de forma implicita para nosotros y a través de los mandatos familiares (generalmente no verbales). 

El guión de vida es una solución aparentemente razonable para la situación existencial en la que se encuentra el niño. Este guión es el resultado de un conjunto de decisiones prematuras y forzadas, ya que han sido tomadas bajo presión y antes de lo debido.

Los guiones -sin embargo- pueden ser modificados. Ese cambio de guión se realiza cuando el guionista decide ser uno mismo, reescribiéndolo a su modo y a partir de un progresivo proceso de toma de conciencia de cuáles son los elementos que condicionan y a la vez, de cuáles son los deseos legítimos según los que la persona quiere vivir su vida.

Algunos de los mandatos que heredamos son:
  • “No vivas”: Repetir constantemente que el niño solo causa problemas.
  • “No estés bien”: Puedes existir con tal de que estés enfermo o loco.
  • “No seas un niño”: Dar responsabilidades de adulto al niño.
  • “No crezcas”: El hijo debe ser siempre pequeño para sentirse bien.
  • “No pertenezcas”: Refleja el miedo de los padres a ser abandonados.
  • “No pienses”: Se expresa desvalorizando la inteligencia de forma directa o indirecta. 
  • "No!": El niño es forzado a creer que la vida es peligrosa.
  • “No estés cerca”: Desconfianza sobre los sentimientos, básicamente sobre el amor.
  • “No tengas éxito”: Padres que se sienten amenazados por sus hijos.

El típico guión que hemos aprendido es: "Nacer, estudiar, ir a la universidad, tener empleo estable, casarse, tener hijos, jubilarse y morir". Pero la vida, con sus caminos paralelos y variables no controlables, nos lleva a dos posibilidades:

a) Que nuestro guión de vida encaje a pesar de lo que nos debería "pasar".
b) Que nuestro guión de vida se reescriba en base a lo que queremos que nos "pase".

Para lograr esa re-escritura se debe reconocer cuál es nuestro guión de vida, los mandatos que lo sostienen y la forma de ir más allá de ellos (no contra ellos). 
El análisis de nuestros deseos y los deseos ajenos expresados en términos de "estar bien o estar mal" puede ser un buen punto de partida. 
Según este enfoque existen cuatro posiciones existenciales básicas:

• "Yo estoy bien, tú estás bien". Posición de Libertad
• "Yo estoy bien, tú estás mal". Posición de Superioridad
• "Yo estoy mal, tú estás bien". Posición de Inferioridad
• "Yo estoy mal, tú estás mal". Posición de Desesperanza

Se trata, pues, de encontrar el justo medio; el bien mutuo.
La libertad es demasiado preciada para subsumirla en la superioridad, la inferioridad o peor aún, en la desesperanza.

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