viernes, 11 de marzo de 2011

Hubiera o Hubiese

Los “hubiera o hubiese” no conducen a nada. Hay que recogerse con piedad. Uno hizo lo que en ese momento sintió que debía hacer. ¿Qué pudo haber hecho?

La vio frente a él y podría haber corrido ligeramente, tal vez habría escapado. Luego cuando lo buscó, podría haberse escondido. Quizá no lo hubiese encontrado. Podría haberla confrontado, en una de esas hasta ganaba. Podría haber desaparecido, tal vez se hubiese cansado de buscarlo. Pudo negarse, quizá no hubiese insistido. Podría haberla tratado bruscamente, tal vez hubiese cedido por una vez y no hubiese querido volver a verlo nunca más. Podría haberlo ofendido y quién no hubiese querido verla, tal vez hubiera sido él.

Podría haber faltado a la cita y ella se hubiese cansado de esperarlo. Tal vez no hubiese ido y ya habría mirado hacia otro lado. En una de esas se hubiese peinado con gomina y ella se hubiese espantado. Podría haberse pronunciado demasiado y él se hubiese cohibido. Lo cierto es que hizo lo que tenía que hacer en ese momento de la mejor manera posible. El otro influyó, sin duda; pero uno es quién es. Eso es el carácter.

Podrían haberse casado y no haber tenido hijos. Podrían haberse divorciado antes de que la casa se poblase. Podrían haberse ido y no haber vuelto. Podrían no haberse vuelto a ir pero con un hijo más. Hicieron lo que tenían que hacer en ese momento. Eso es carácter.

Podrían no haberse arrepentido. Podrían haberse reemplazado fácilmente. Podrían haberse muerto. Podrían no estar aquí para recordarlo. Podrían no haberse casado. Podrían no haberse divorciado. Podrían no haber tenido hijos.
Actuaron como les pareció que debían hacerlo.
En fin, eso es el carácter.

Hugo Finkelstein, El libro del No-Amor.

_______________________
Hay que dejar de vivir la vida del "hubiera o hubiese", porque es ficticia.
La única vida verdadera es la del tiempo presente, sin condicionantes ni potenciales.
Lo que nos sucede hoy, aquí y ahora.
Sin embargo, nos des-vivimos por poblar esa vida hipotética con nuestros espectros.
Gastamos enormes cantidades de energía en algo que no es real, pero que nos crea la ilusión de ser mucho mejor.
No lo es.
La única vida posible es la que nos sucede.
Hay que animarse a vivirla plenamente.
Y con eso ya tenemos suficiente.

2 comentarios:

  1. Excelente reflexión.
    Te digo una mía: Dios quizás conozca el futuro, pero no lo que no fue.
    te dejé pensando eh?
    Soy grossso

    Bevi

    ResponderEliminar
  2. Bevi!!! Como andas tanto tiempo??
    Gracias por el mensaje, me dejaste pensando efectivamente. A ver cuando nos vemos enani!
    Abrazo

    ResponderEliminar