Por lo general dividimos a las personas en dos categorías: la de los santos y la de los pecadores. Pero se trata de una división absolutamente imaginaria. Por una parte, nadie sabe realmente quienes son los santos y quienes los pecadores; las apariencias engañan. Por otra, todos nosotros, santos y pecadores, somos pecadores.
En cierta ocasión, un predicador preguntó a un grupo de niños: “Si todas las buenas personas fueran blancas y todas las malas personas fueran negras, ¿de qué color serían ustedes?
Un pequeño le respondió: “Yo reverendo, sería una cebra”
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Anthony De Mello - "El canto del pájaro"
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