El nono paterno cumplió 85 años y en el almuerzo mientras festejábamos deslizó dos historias maravillosas. Las transcribo a continuación:
1. Antes los “ordenanzas” eran la palabra autorizada, verdaderos oráculos del pueblo argentino. Un día estaba en el Ministerio de Turismo porque ofrecía vacantes de trabajo a mansalva y una señora se presentó para solicitar la suya. El empleado de turno le comentó que se habían acabado y la mujer comenzó a gritar indignada. Luego de veinte minutos de discusión fervorosa, el ordenanza se acercó y le dijo: “Señora, si le dicen que no hay más es porque no hay más. Esa es la verdad de la milanesa.”
2. El otro día fui a cobrar la jubilación y el cajero me pregunta:
-¿Cuánto retira abuelo?
- Todo
1. Antes los “ordenanzas” eran la palabra autorizada, verdaderos oráculos del pueblo argentino. Un día estaba en el Ministerio de Turismo porque ofrecía vacantes de trabajo a mansalva y una señora se presentó para solicitar la suya. El empleado de turno le comentó que se habían acabado y la mujer comenzó a gritar indignada. Luego de veinte minutos de discusión fervorosa, el ordenanza se acercó y le dijo: “Señora, si le dicen que no hay más es porque no hay más. Esa es la verdad de la milanesa.”
2. El otro día fui a cobrar la jubilación y el cajero me pregunta:
-¿Cuánto retira abuelo?
- Todo
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Comentario: Yo me reí muchísimo, no sé ustedes.
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